El interés por conocer y aprender sobre la doctrina del espiritismo no es algo nuevo. Su fundamento, estudio y comprensión ha estado presente a lo largo de muchos años en miles de personas que buscan en esta rama respuestas sobre la vida más allá de la muerte.
Allan Kardec, cuyo nombre real es Hippolyte Léon Denizard Rivail, es considerado como el gran sistematizador de esta doctrina. Su intensa investigación y estudio ayudó a abrirle paso al espiritismo como una nueva religión que, si bien adoptó algunas formas del cristianismo, incorporó fenómenos que podrían considerarse como paranormales, como los ángeles y los espíritus.
¿Cómo podemos definirlo?
Kardec define esta manera práctica su significado: “el espiritismo es la doctrina basada en la existencia, las manifestaciones y la enseñanza de los Espíritus”.
La particular importancia de conocer y estudiar sobre este tema no solo radica en salir del profundo desconocimiento en el que muchas personas a veces se encuentran, al ignorar sobre qué viene después de que abandonamos este plano terrenal, aunque sepan o no, que realmente no todo termina en una fría lápida.
Su fundamento es que esta doctrina nos permite ir mucho más allá, ayudándonos a reconocer todas las respuestas impartidas por los espíritus sobre las grandes preguntas de la humanidad, y su ejemplo sobre la existencia del alma, y las vicisitudes o dichas de la vida futura.
Religión, ciencia y filosofía
Se tiene conocimiento de que el espiritismo como religión surgió a lo largo del siglo XIX, aunque existen antecedentes de otras formas similares de estudio a los espíritus. Sin embargo, a partir de esta época, se estableció aún más la idea de que nuestros predecesores son entes místicos sensibles a la comunicación por lo que podemos mantener un vínculo con estos.
También puede autodefinirse como una ciencia porque se estudia y se investiga el origen y naturaleza de los espíritus y su relación con el mundo terrenal y corporal. Además de todos los aspectos implícitos que conlleva el orden moral, por lo que también puede encajar en el área de la Filosofía.
“El espiritismo hace dichosos a los que se compenetran con él”
De los aspectos fundamentales que señala Allan Kardec sobre esta religión, impera que su profundidad y el hecho de adentrarse a ella permite “el alivio de la amargura por los pesares de la vida, calma la desesperación y las inquietudes del alma”, por lo que hace más dichosos a los que se compenetran con él.
“Su objetivo ? señala Kardec- consiste en probar, a los que niegan o dudan, que el alma existe y sobrevive al cuerpo, y que después de la muerte sufre las consecuencias del bien y del mal que ha cometido durante la vida corporal”. Sin duda, algo de lo que bien vale la pena nutrirse y aprender a desarrollar a lo largo de nuestra vida.